En mi mente solo quedan los recuerdos de la noche en que tú te me entregas te en alma y corazón para después que despertamos con un beso en la mejilla y sin importar mis sentimientos me dijeras adiós.
El sudor de tu cuerpo ha quedado impregnado en mis sabanas, al igual que en mi cuerpo y dentro de mi corazón; y para el día en que vuelvas vestiré mi cama de la misma forma que esa noche de pasión para retenerte y no dejarte ir.
Porque tu lugar este y no más, aquí al lado mío y junto mi corazón, rodeados de sentimientos que a diario te recuerdan que eres mi amor, mi vida y corazón.
Cada vez que yo te hablo me siento al lado tuyo. Regalándote sonrisas que te manda mi corazón, con bultos de caricias que se pasean por tu cuerpo, como si se fijaran en que no tengas ni un rasguño; y moldeando ese cuerpo que parece de porcelana con masa de arcilla para que me ilumine como si fueses un sol.
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